Una de las lesiones más comunes y que en más ocasiones se denuncian para conseguir una indemnización son los latigazos cervicales. Pero, ¿qué pasos se deben dar para cobrar una retribución? El punto de partida es tener en cuenta diversos factores.
Lo primero de todo que hay que considerar es que este tipo de lesiones pueden ser muy diferentes en función de lo grave que haya sido el percance. Los latigazos cervicales, también conocidos como esguinces cervicales, son normalmente producidos por una sacudida brusca, razón por la cual son muy comunes en pequeños accidentes de tráfico donde se produce una colisión. Este tipo de traumatismo afecta al área del cuello, una zona de la anatomía especialmente delicada, por lo cual las molestias derivadas de este trance pueden repercutir de forma muy seria en la vida del afectado.
Las personas que están aquejadas de esta lesión pueden llegar a sufrir una gran cantidad de síntomas relacionados que afecten directamente en el transcurso normal de la vida de cualquiera. Los tejidos del área cervical quedan dañados, y como consecuencia de esto, es muy normal padecer síntomas como mareos, náuseas, dificultad para mover el cuello, dolor de cabeza e incluso taponamiento de los oídos, eso sin contar con el inevitable dolor que recorre la zona y que se puede extender hasta los hombros. Además la lesión, si no se trata debidamente, puede derivar en mayores molestias o incluso en lesiones de gravedad. Eso sin contar que el problema afecte a los niños, cuyas consecuencias también pueden ser determinantes para su salud, puesto que la solidez de las vértebras no se forma plenamente hasta los cinco años de edad, aproximadamente.
Por esta razón, para que una persona afectada por este tipo de percances pueda recibir una indemnización por latigazo cervical, es necesario determinar hasta qué punto es grave la lesión y así calibrar los daños repercutidos, así como detectar la presencia de las llamadas “secuelas residuales”, es decir, de síndromes postraumáticos. Según el grado de éste, se determinará la cifra a percibir; obviamente, para obtener el diagnóstico más atinado de nuestra situación y salir bien parados, resulta esencial contar con un profesional que nos proporcione todo el asesoramiento necesario. En estos casos, contratar a un especialista como un abogado de accidentes de tráfico es la mejor opción para llevar el proceso adecuadamente.
De manera que si te ves implicado en una situación de estas características, consulta a un buen equipo de profesionales y garantiza que recibirás la mejor atención posible.