A lo largo de nuestra vida, la mayoría de nosotros tenemos algunos sueños y algunos deseos en común, que básicamente suelen consistir en buscar trabajo que nos guste, en formar una familia, casarnos, tener hijos, tener una casa grande y bonita, viajar… Pero a veces, por mucho que lo deseemos y que lo soñemos, la vida tiene para nosotros otros planes que quizá puedan modificar sustancialmente nuestra idea de felicidad y nuestros planes de vida.
Y una de esas cosas que a veces puede salir mal es nuestro matrimonio. Según diversos estudios realizados por diversas universidadaes y centros de estadísticas, cada vez son más las parejas cuyo matrimonio acaba irremediablemente en un divorcio. Puede que esa palabra, la de divorcio, nos suene demasiado grande a muchos de nosotros. Pero cuando irremediablemente nos vemos obligados a aceptarla, lo mejor es que conozcamos unas cuestiones básicas sobre lo que nos espera en este duro proceso.