¿A quién no le ha sonado el teléfono alguna vez y cuando ha descolgado ha descubierto que el fin de la llamada en cuestión era ofrecernos algún producto o algún servicio? Seguro que todo el mundo hemos recibido en algún momento este tipo de llamadas. Y seguro también que la hora en la que hemos recibido la llamada en cuestión ha sido siempre la más inoportuna, como durante la mañana temprano, la hora de la comida o la hora de la siesta.
Nuestra reacción la mayoría de las veces suele ser de máxima indignación e incluso de cabreo total. Sin embargo, lo que no todos nosotros sabemos es que este tipo de llamadas publicitarias en ocasiones pueden considerarse ilegales cuando sobrepasan ciertos límites ya que las leyes dictaminan que el bombardeo constante de llamadas de este tipo y aún más si se realizan en ciertas horas del día es totalmente ilegal. Por eso, debemos conocer alguno de nuestros derechos legales ante este tipo de situaciones.